martes, 12 de abril de 2016

Animémonos a "Soñar"

Publicado el 16 ene. 2015
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Durante el multitudinario encuentro del Papa con familias en Manila, Francisco les dio varios consejos para ser felices. El primero de ellos: Que no dejen de soñar.

13 consejos del Papa Francisco para un buen matrimonio en la Amoris Laetitia

El Papa Francisco recurrió al “himno de la caridad” de San Pablo, de su primera Carta a los Corintios, para dar algunos consejos sobre cómo sostener un buen matrimonio en el tiempo fundado en el amor verdadero.
“Es valioso detenerse a precisar el sentido de las expresiones de este texto, para intentar una aplicación a la existencia concreta de cada familia”, explicó.
1. La paciencia: Esta, escribió Francisco, “no es dejar que nos maltraten continuamente, o tolerar agresiones físicas, o permitir que nos traten como objetos”, sino que “el amor tiene siempre un sentido de profunda compasión que lleva a aceptar al otro como parte de este mundo, también cuando actúa de un modo diferente a lo que yo desearía”.
“El problema es cuando exigimos que las relaciones sean celestiales o que las personas sean perfectas, o cuando nos colocamos en el centro y esperamos que sólo se cumpla la propia voluntad. Entonces todo nos impacienta, todo nos lleva a reaccionar con agresividad”, advirtió.
2. Actitud de servicio: El Papa destacó que en su carta, San Pablo “quiere insistir en que el amor no es sólo un sentimiento, sino que se debe entender en el sentido que tiene el verbo ‘amar’ en hebreo: es ‘hacer el bien’”.
“Como decía san Ignacio de Loyola, ‘el amor se debe poner más en las obras que en las palabras’. Así puede mostrar toda su fecundidad, y nos permite experimentar la felicidad de dar, la nobleza y la grandeza de donarse sobreabundantemente, sin medir, sin reclamar pagos, por el solo gusto de dar y de servir”.
3. Sanar la envidia: “En el amor no hay lugar para sentir malestar por el bien de otro”, subrayó el Papa, al tiempo que explicó que “la envidia es una tristeza por el bien ajeno, que muestra que no nos interesa la felicidad de los demás, ya que estamos exclusivamente concentrados en el propio bienestar”.
El Santo Padre indicó que “el verdadero amor valora los logros ajenos, no los siente como una amenaza, y se libera del sabor amargo de la envidia. Acepta que cada uno tiene dones diferentes y distintos caminos en la vida”.
4. No hacer alarde ni agrandarse: Francisco destacó que “quien ama, no solo evita hablar demasiado de sí mismo, sino que además, porque está centrado en los demás, sabe ubicarse en su lugar sin pretender ser el centro”.
“Algunos se creen grandes porque saben más que los demás, y se dedican a exigirles y a controlarlos, cuando en realidad lo que nos hace grandes es el amor que comprende, cuida, protege al débil”, dijo.
5. Ser amables: “Amar también es volverse amable”, precisó el Papa, y esto quiere decir “que el amor no obra con rudeza, no actúa de modo descortés, no es duro en el trato”.
“Sus modos, sus palabras, sus gestos, son agradables y no ásperos ni rígidos. Detesta hacer sufrir a los demás”.
6. Ser desprendido: Contraria a la frase popular que dice “que para amar a los demás primero hay que amarse a sí mismo”, el Papa recordó que en este himno, San Pablo “afirma que el amor ‘no busca su propio interés’, o ‘no busca lo que es de él’”.
“Hay que evitar darle prioridad al amor a sí mismo como si fuera más noble que el don de sí a los demás”.
7. Sin violencia interior: El Papa alentó en la Amoris Laetitia a evitar “una irritación no manifiesta que nos coloca a la defensiva ante los otros, como si fueran enemigos molestos que hay que evitar”.
“El Evangelio invita más bien a mirar la viga en el propio ojo”, añadió, para luego exhortar a que “si tenemos que luchar contra un mal, hagámoslo, pero siempre digamos ‘no’ a la violencia interior”.
8. Perdón: Francisco recomendó no dejar lugar “a ese rencor que se añeja en el corazón”, sino trabajar en “un perdón que se fundamenta en una actitud positiva, que intenta comprender la debilidad ajena y trata de buscarle excusas a la otra persona”.
El Papa aseguró que la comunión familiar “puede ser conservada y perfeccionada solo con un gran espíritu de sacrificio”, que exige “una pronta y generosa disponibilidad de todos y cada uno a la comprensión, a la tolerancia, al perdón, a la reconciliación”.
9. Alegrarse con los demás: “Cuando una persona que ama puede hacer un bien a otro, o cuando ve que al otro le va bien en la vida, lo vive con alegría, y de ese modo da gloria a Dios”, indicó el Santo Padre.
“La familia debe ser siempre el lugar donde alguien, que logra algo bueno en la vida, sabe que allí lo van a celebrar con él”.
10. Disculpa todo: Esto, explicó el Papa, “implica limitar el juicio, contener la inclinación a lanzar una condena dura e implacable: ‘No condenéis y no seréis condenados’”.
“Los esposos que se aman y se pertenecen, hablan bien el uno del otro, intentan mostrar el lado bueno del cónyuge más allá de sus debilidades y errores. En todo caso, guardan silencio para no dañar su imagen. Pero no es sólo un gesto externo, sino que brota de una actitud interna”.
11. Confía: “No se trata sólo de no sospechar que el otro esté mintiendo o engañando”, explicó el Santo Padre.
“No es necesario controlar al otro, seguir minuciosamente sus pasos, para evitar que escape de nuestros brazos. El amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a poseer, a dominar”, dijo.
12. Espera: Esta palabra, indicó el Papa, “indica la espera de quien sabe que el otro puede cambiar”.
“No significa que todo vaya a cambiar en esta vida. Implica aceptar que algunas cosas no sucedan como uno desea, sino que quizás Dios escriba derecho con las líneas torcidas de una persona y saque algún bien de los males que ella no logre superar en esta tierra”, señaló.
13. Soporta todo: El Santo Padre señaló que esto “no consiste solo en tolerar algunas cosas molestas, sino en algo más amplio: una resistencia dinámica y constante, capaz de superar cualquier desafío”.
“El amor no se deja dominar por el rencor, el desprecio hacia las personas, el deseo de lastimar o de cobrarse algo. El ideal cristiano, y de modo particular en la familia, es amor a pesar de todo”.


El Video del Papa es una iniciativa global desarrollada por la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración) para colaborar en la difusión de las intenciones mensuales del Santo Padre sobre los desafíos de la humanidad.

TEMA N4 "El amor esponsal. Viviendo nuestra Alianza de amor"


Continuamos trabajando la vivencia de la Alianza en el plano natural pero esta vez desde el vínculo esponsal. Nos detendremos a profundizar el tipo y grado de conocimiento del amor que existe entre nosotros  como cónyuges.

1. En la actualidad, hay palabras que han perdido el sentido. Tanto la palabra "libertad" y la palabra "amor" son dos casos típicos. Todos hablan de libertad, pero cada uno entiende por ello algo diferente. También bajo el término amor se entienden cosas muy distintas. Por eso es necesario explicar que entendemos por amor.

Para muchos "amor" significa solo un “sentir”, es decir una moción que surge del sentimiento. Se "siente" amor por alguien cuando existe cierta simpatía por el otro. Es un sentimiento y como tal muy cambiante, de un amor pasan a otro. Un día les "gusta" una persona, otro día otra. El amor se convierte de este modo, en algo tan cambiante como el tiempo.

De aquí hay un paso a entender el amor como un puro instinto o una pasión. El amor se mueve, entonces, casi únicamente en la esfera de lo instintivo e irracional, es una pasión ciega que se ha desconectado de la razón. Por eso decimos que este tipo de amor es “primitivo” e “infantilista”

Este tipo de amor generalmente es egoísta y centrado en el propio yo. Busca el goce personal. Y un egoísmo que como se dijo, se mueve preferentemente en la esfera de los instintos, que puede caer a un amor orientado o acentuado desordenadamente al sexualismo; es decir, un amor que se ha centrado en lo sensual y sexual prescindiendo de lo espiritual, de la razón y la voluntad y de lo sobrenatural. Tenemos entonces, el fenómeno en el hombre, dicho directamente, de la bestialidad, o del amor puramente animal.

Hay otro modo de entender el amor. Podríamos hablar de un cierto "amor cosal". Es el amor que se puede tener por el dinero, por la ciencia, por el poder, por el trabajo, la tecnología, por las tendencias, etc. Por todas esas cosas que el individuo "aprovecha" y en las cuales busca encontrar una satisfacción para su ansia de poder, de gozar o de poseer. Esta misma actitud de "amor" se proyecta también a las personas. Entonces el Tu deja de ser un Tu personal pasando a ser "utilizado" como cosa por quien dice "amarlo", es un amor utilitarista y posesivo. Es el amor de los tiempos que corren, el amor “utilitarista” y “descartable”.


2.  EL AMOR CRISTIANO. EL AMOR  AL  PRÓJIMO
Cristo inauguro un nuevo modo de amar. Por eso cuando nos quiere legar su mensaje, nos dice que nos amemos unos a otros “como Yo los he amado a ustedes”.
Para comprender la novedad y peculiaridad del amor cristiano, tendríamos que compenetrarnos del mensaje y de la vida de Cristo. Es la tarea de toda nuestra vida. Para captar en algo la plenitud del mensaje del Evangelio sobre el amor y la propiedad del mismo, 
leamos La parábola del “buen samaritano” (Lucas 10, 25 ‑ 37 )

(momento para interiorizar la Palabra, si es necesario volver a leer la parábola)

Contrasta enormemente la indiferencia, la misma indiferencia que hoy es tan común, de aquellos que por "oficio" deberían haber practicado el amor fraterno, y la preocupación y entrega del "samaritano", que de acuerdo a la situación política del país debía ser catalogado de extranjero y hereje, y del cual no se podía esperar normalmente sino odio.
Este " extranjero " nos muestra en que consiste el verdadero amor.

3.  EL  AMOR  COMO  INICIATIVA  DE  ENTREGA  AL  TU

El hombre nuevo: el hombre radicalmente orientado al Tu, hace del amor la ley fundamental de su existencia. Se realiza y vale en la medida en que ama.

Todo amor cristiano es un encuentro con el otro, una comunión interpersonal. En el matrimonio crece lentamente en la asimilación de la originalidad del otro, en un ritmo orgánico y también nuestro amor debe cultivar  la renuncia del propio yo, un desprendimiento total de nosotros mismos, una muerte al yo egoísta para vivir para el Tu.

Para alcanzar el amor hay que salir de sí mismo, es necesario tomar la iniciativa de la entrega. El amor es una voluntad de ir hacia el otro.

El amor de iniciativa es el tipo de amor cristiano, es la manera que Dios tiene de amar y que nos vino a enseñar Cristo con su palabra y con su vida.